Hoy, Japón es 200 metros más grande. Y es que el día de
ayer, tras una erupción de un volcán submarino, una nueva isla emergió en el océano
Pacífico, a casi mil kilómetros de la costa de Tokio.
La erupción ocurrió a 500 metros de la isla deshabitada de Nishinoshima, una de las llamadas Islas Bonin, las cuales se encuentran el el famoso "Anillo de fuego"; una zona que se caracteriza por una intensa actividad sísmica y volcánica, resultado del constante choque y deslizamiento de la placa del pacífico por debajo de otras placas de la corteza terrestre.
Aún existe la posibilidad de que la isla sea erosionada en poco tiempo, sin embargo, también es posible que se mantenga en pie e incluso que aumente en dimensiones ante la intensa actividad volcánica en la zona.
Recientemente, Pakistán también fue testigo del nacimiento
de una nueva isla en el Mar Arábigo, tras un terremoto de magnitud 7.7 que
sacudió el noreste del país.
Una vez más, la Tierra nos recuerda que está viva, lista
para cambiar su semblante en cualquier momento. Así, de un día para otro.
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