Se
acerca la Navidad, y con ella las celebraciones familiares, los regalos y los
adornos navideños. Qué mejor momento para descubrir la ciencia detrás de
algunos símbolos y tradiciones de esta popular celebración.
La estrella de Belén
La estrella de Belén o de Navidad es la estrella que guio a
los tres reyes magos al lugar preciso del nacimiento de Jesús, Belén.
Aunque no se sabe a ciencia cierta si la estrella realmente
existió, la mayoría de los astrónomos, después de rechazar la posibilidad de
que el cometa Halley haya sido visible en esa fecha, coinciden en que pudo
haber sido una suma de importantes acontecimientos astronómicos. La más
importante, una “conjunción triple” de Júpiter y Saturno, en donde estos dos
planetas se alejaron y acercaron en el cielo tres veces en un periodo de 7
meses. Posteriormente, pudieron haber sido testigos de una supernova, es decir
la aparición de una estrella en el cielo producto de su brillante explosión.
Fuente: Wikimedia Commons |
El Polo Norte
Crédito: National Geographic |
El Polo Norte es la residencia oficial de Santa Claus
(conocido en otras partes del mundo como Papa Noél, Nikolaus, San Nicolás, etc.) pero también es el punto más septentrional
de la Tierra, es decir el punto más al norte y
el lugar por donde pasa el eje imaginario de la Tierra.
El Polo Norte se encuentra en medio del Océano
Ártico, en agua que casi siempre está
cubierta de hielo, esto lo hace más caliente que el Polo Sur,
debido a que el agua del mar capta y almacena más calor que un continente, como
es el caso de la Antártica en el Polo Sur.
Debido a la inclinación de la Tierra,
el Polo Norte experimenta sólo una salida y una puesta del Sol durante el año. Lo
que se traduce en 6 meses de luz en el verano y 6 meses de oscuridad durante el
invierno.
El
árbol de navidad
Cuando hablamos de los árboles de
navidad generalmente nos referimos a una conífera, el término común para la
gran variedad de árboles en forma de cono como abetos y pinos. Las coníferas
son plantas leñosas que aparecieron sobre la Tierra hace unos 300 millones de
años, en el periodo Carbonífero y se fueron formando a lo largo del Mesozoico,
junto con los dinosaurios.
La gran mayoría de las especies
coníferas habita en las regiones templadas y boreales del planeta, y son plantas
muy resistentes, pues se han adaptado a la poca disponibilidad de agua, al
intenso frío y a la corta duración de las lluvias.
Si bien existen varias teorías en
torno al origen de esta planta como símbolo de la Navidad, una de las más aceptadas es que proviene de
los celtas de Europa central, quienes empleaban árboles para representar a varios
dioses. Posteriormente, con la evangelización los cristianos tomaron la idea
del árbol para celebrar el nacimiento de Cristo. El primer árbol de
Navidad como lo conocemos hoy en día apareció en Alemania en 1605.
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