Mientras que el sábado pasado Phailin – en algún punto, la mayor
tormenta jamás registrada en el Océano Índigo- tocaba tierra en la India, otras
dos tormentas tropicales amenazaban el continente.
El ciclón Phailin,
que azotó la costa noreste de la India el fin de semana pasado, provocó la
evacuación más grande de la historia del país, con aproximadamente 800,000
personas desalojadas. Estos
esfuerzos lograron limitar el número de muertos a 22, todos menos uno en un
solo estado, Odisha.
Con vientos de 200 kilómetros por hora, Phailin tocó tierra el sábado,
destruyendo las líneas eléctricas, carreteras y vías férreas, y dejando
aproximadamente 500,000 personas sin hogar. No
obstante, la cifra es relativamente pequeña comparada con la del ciclón que en 1999
cobró 10,000 vidas y 4.5 mil millones de dólares en daños.
Al mismo tiempo pero en Filipinas, el tifón Nari golpeaba con ráfagas de
viento de hasta 116 kilómetros por hora, al menos 13 personas perdieron la vida
y 2.1 millones más quedaron sin electricidad. El Día de hoy se espera que Nari
llegue con la misma fortaleza a Vitenam, en donde hasta la fecha, 180,000
personas ya han sido evacuadas.
Por último tenemos a Wipha, un tifón de menor fuerza (aunque fortaleciéndose
rápidamente) que amenaza con dirigirse al Norte hacia Japón, pudiendo pasar por
Tokio el 15 o 16 de octubre. Por si las lluvias e inundaciones fueran poco, la
amenaza se extiende a la planta nuclear de Fukushima, pudiendo agraviar
considerablemente el actual problema.
Según los especialistas, estos grupos de tormentas no son del todo raros. La
explicación más probable es un ciclo de entre 30 y 60 días conocido como la oscilación de Madden- Julian. Una fuerte actividad convectiva en los
trópicos, que avanza de oeste a este y a su paso genera lluvias torrenciales y afecta
los ciclones tropicales.
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