En Chile, el infierno pasó por Valparaíso

Los desafortunados incendios forestales han convertido a la Joya del Pacífico en un incontrolable infierno. El puerto chileno de Valparaíso, famoso por su casco histórico y declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 2003, ha enfrentado el peor incendio en su historia, cobrando la vida de al menos 12 personas.

El alcalde, Jorge Castro, comparó el desastre a una escena del infierno de Dante. “Valparaíso está sin electricidad por el momento, lo que significa que la columna de fuego y humo está creando un panorama dantesco y el humo se ve avanzando de forma incontrolada”

El incendio comenzó el 12 de abril y aparentemente se originó en los cerros que rodean la ciudad portuaria, a 110 kilómetros al oeste de Santiago. Los fuertes vientos provenientes del Pacífico propagaron las llamas rápidamente, causando 12 muertos;  8,000 damnificados; 2,000 casas destruidas y 850 hectáreas devastadas.

Bomberos y brigadas de la Corporación Nacional Forestal han trabajado de manera conjunta en un esfuerzo por controlar el fuego.  Miles de personas ayudan a los afectados con el aporte de alimentos no perecederos, mantas, agua y otros artículos de primera necesidad. Además, diversas organizaciones a favor de los animales ya han iniciado campañas para acudir en ayuda de las mascotas afectadas tras el siniestro.

Los incendios son la segunda gran catástrofe que Chile enfrenta este mes, después del terremoto de magnitud 8.2 que sacudió el norte del país el 1 de abril y que desgraciadamente mató a seis personas.

¿Cómo se pueden prevenir los incendios?

Según algunos expertos, el riesgo de incendios forestales en Valparaíso, ha ido en aumento debido a la sequía en la zona y la presencia de asentamientos irregulares (por falta de planificación y falta de ejercicio de autoridad en el uso de suelo).

Ante esto reiteramos la importancia de adoptar una cultura de prevención y concientización que ayude a minimizar la ocurrencia y mitigar los devastadores efectos de este tipo de fenómenos. 

Una de las medidas de prevención de incendios es mantener los senderos y caminos limpios, además de trabajar con las comunidades para evitar acumular y arrojar basura y desperdicios domiciliarios en zonas propensas a incendios.