Una serie de ataques mortales de avispas han llevado a
las autoridades Chinas, a advertir a los ciudadanos evitar caminar en el campo
y las zonas boscosas. Al menos 46 personas han muerto y 1,600 se encuentran
gravemente heridas, después de que enjambres de estos insectos atacaran sin
previo aviso a personas desprevenidas.
El principal sospechoso es el Avispón Gigante Asiático
(Vespa mandarinia), que puede llegar a medir más de 5 cm de largo, y que tiene
un aguijón de 6 milímetros, con el que inyecta un veneno que contiene una
potente neurotoxina.
Este tipo de avispa es la más grande del mundo y es un
depredador voraz que come mantis, abejas y otros insectos de gran tamaño. Son
capaces de volar hasta 100 km en un solo día, a una velocidad de 40 km/h.
La mayoría de los ataques han ocurrido en la provincia
de Shaanxi, y según el periódico The Guardian, pueden ser explicados por varios
factores. Un clima más caluroso en el área ha desencadenado que las avispas se
reproduzcan mejor y más rápido. Además de un incremento considerable en el
traslado de los trabajadores hacia las zonas rurales aisladas, donde viven
estos insectos.
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