miércoles, 11 de septiembre de 2013

Quizá, todos somos Marcianos


Hace unos días, durante la Conferencia Goldschmidt, en Florencia, el científico Steven Benner defendió la atrevida teoría de que la vida en la Tierra podría tener un origen marciano y que llegó a bordo de un meteorito.

La teoría básicamente sugiere, que hace unos 4 mil millones de años, la vida comenzó en Marte. Entonces, un meteorito golpeó el planeta, mandando pequeños trozos de rocas marcianas con vida marciana hacia el espacio interplanetario. Una (o más) de estas rocas cayeron en la Tierra, sembrando vida y PUM! Aquí estamos.


Esta nueva evidencia proviene del Westheimer Institute for Science and Technology, en Florida, después de analizar un meteorito Marciano. El análisis de estos meteoritos muestra la presencia de molibdeno altamente oxidado, sustancia crucial para el desarrollo temprano de la vida. Según el profesor Benner, esta forma de molibdeno podría no haber estado disponible en la Tierra cuando la vida comenzó, porque hace tres mil millones de años el oxígeno en la Tierra era muy poco.

Benner apuntó a la paradoja del alquitrán, que consiste en que todos los seres vivos están hechos de materia orgánica, pero si se agrega energía, como calor o luz, a las moléculas orgánicas y se les deja actuar por sí mismas, no se crea vida, sino que se convierten en algo más parecido al alquitrán, al aceite o al asfalto.

La segunda paradoja a la que apunta es que la vida habría tenido problemas para iniciarse en la Tierra primitiva, ya que es probable que haya estado totalmente cubierta por agua, lo que impediría no sólo la formación de concentraciones suficientes de boro, que actualmente sólo se encuentran en lugares muy secos como el Valle de la Muerte, sino que el agua también corroe el RNA, la primera molécula genética que los científicos creen que surgió. Aunque hubo agua en Marte, cubrió áreas mucho más pequeñas que en la Tierra primitiva.

La idea de que la vida comenzó en Marte es más convincente a medida que conocemos más sobre los orígenes de la vida. Algún día quizá podamos gritar orgullosos “soy un mono Marciano”, mientras tanto, sea cual sea la teoría correcta, y como bien señala el doctor Benner, agradezcamos estar en la Tierra, pues se ha demostrado ser el mejor planeta para mantener la vida.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario