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| Crédito: Reuters |
China, con su acelerado ritmo industrial y el alto nivel de
desarrollo económico que ha alcanzado en los últimos años, ha dejado al medio
ambiente en segundo plano. Este país, de
más de 1,300 millones de habitantes, encabeza la lista de emisores de carbono y
productores de gases de efecto invernadero. Así mismo, cuenta con 20 de las 30
ciudades más contaminadas del mundo y desafortunadamente, gran parte de las
400,000 muertes prematuras que se reportan anualmente, son consecuencia de este
problema.
Con esto no se pretende decir que las cosas no están
cambiando. Son líderes en inversión de tecnologías con baja emisión de carbono
y el país está realizando compromisos a largo plazo para luchar contra sus
problemas ambientales. Medidas como el cierre de fábricas altamente
contaminantes, la prohibición del uso del automóvil un día a la semana, la
construcción de nuevas líneas de metro y subsidios estatales para reducir el
costo del transporte público muestran un país que ve la energía limpia como una
gran oportunidad económica.
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