Después de haber registrado su año más caliente (2013), Australia se
sofoca una vez más, en una ola de calor que se ha apoderado de Victoria y la
zona meridional (sur) del país.
Las altísimas temperaturas, que en algunos lugares han
alcanzado los 47°C, han ocasionado cientos de incendios forestales,apagones eléctricos, la muerte y
deshidratación de algunos animales, e incluso preocupaciones sobre la seguridad
de los jugadores del Abierto de tenis, que actualmente se disputa en Melbourne.
En Melbourne, diez mil hogares se quedaron sin electricidad esta
tarde, mientras que el gobierno de Victoria advirtió que 100,000 propiedades
pueden enfrentar los cortes de electricidad en los próximos dos días.
Por otra parte, los animales han sufrido también las consecuencias. Según varios informes, un
gran número de canguros, loros y emús fueron encontrados muertos en Winton, uno
de los puntos más calientes de Queensland. Además de unos 100,000 murciélagos que
cayeron muertos a causa de este mismo fenómeno. Ante este último suceso, las autoridades locales
pidieron a los residentes de la zona no acercarse ni tocar a los murciélagos,
para evitar propagar enfermedades y sufrir mordeduras de los que todavía
permanecen vivos.
Aunado a estos problemas, los bomberos australianos luchan
contra más de 250 incendios forestales que las inusuales
temperaturas han provocado, y aunque los incendios forestales son un riesgo importante para
los seres humanos, el calor en sí es un asesino más grande. En el 2009, Intensos
incendios forestales en Australia mataron a 173 personas, pero el doble de
personas murieron a causa de la ola de calor asociada.
Así, mientras Melbourne se enfrenta a su racha más larga de
días de 40°C registrados, muchos especialistas consideran esto un claro ejemplo
de los efectos del cambio climático, y una pequeña prueba de lo que está por
venir.
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