Credito: Kopernik Observatory/NASA/Colorado School of Mines/ MIT/JPL/Goddard Space Flight Center |
Cuando los antiguos astrónomos comenzaron a observar las
manchas oscuras en la Luna, pensaron que se trataban de mares. De ahí se quedó
el nombre para referirse a esas grandes, oscuras y basálticas planicies en la
cara visible de nuestro satélite. La mayoría de ellas, como el Mar de la
Serenidad (Mare Serenitatis) o el Mar de la Lluvia (Mare Imbrium), son el
resultado de impactos de meteoritos.
Sin embargo, un nuevo estudio señala que la mayor de esas
planicies, el Océano de las Tormentas (Oceanus Procellarum) de unos 3,000 km de
diámetro, no pudo ser creada por el choque de un meteorito, sino que surgió de
una gran columna de magma del interior del satélite.
La misión Grail
Los nuevos datos fueron obtenidos por la Misión Grail de la NASA, unas sondas gemelas que
orbitaron la Luna de enero a diciembre de 2012. Las sondas, llamadas Ebb
y Flow, midieron la variación de la fuerza de atracción gravitacional de la Luna
a lo largo de su superficie. Cualquier cosa que tenga masa tiene un campo
gravitacional que atrae objetos hacia él, la fuerza de este campo depende de la
cantidad de masa que tenga el objeto. Por lo tanto, las variaciones en la
fuerza de atracción gravitacional de la Luna, pudieron ayudar a revelar cómo
se concentra la masa debajo de la superficie.
Así, el equipo de investigación creó un mapa muy detallado que revelaba inesperadamente un conjunto de estructuras
lineales en forma rectangular al borde de la región del Océano de las
Tormentas. Como los impactos de asteroides tienden a producir cráteres
circulares o elípticos, esta cuenca no podría haber sido causada por un impacto.
Lava
lunar
En su lugar, los investigadores
sugieren que estas estructuras recién descubiertas fueron producidas algún
tiempo después de que la Luna se formara, por grietas de tensión gigantes en la
corteza al enfriarse alrededor de una fuente de lava que fluyó del interior.
A medida que se produjeron las
grietas, se formó un «sistema de canales» en la corteza de la Luna a través del
cual el magma podría circular a la superficie. Finalmente, llenó las cuencas
pequeñas de la región, creando lo que vemos hoy en día como puntos oscuros en
el lado cercano de la Luna.
Esta imagen muestra cómo pudo haber parecido la estructura durante la actividad volcánica. Crédito: NASA/Colorado School of Mines/MIT/JPL/Goddard Space Flight Center |
Estas estructuras ligadas a la tectónica son bien conocidas
en la Tierra, Venus y Marte, pero hasta ahora eran desconocidas en la Luna. De
acuerdo a los científicos, este hallazgo revela que la Luna primitiva fue mucho
más dinámica de lo que se pensaba y que aún nos falta mucho por aprender para comprender el espectro completo de la evolución planetaria.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario