Imagen cortesía de Dlshad Marf Zamua, Vía LiveScience |
Los
descubrimientos datan de la Edad de Hierro, hace más de 2,500 años, un periodo
donde varios grupos como los urartianos, asirios y escitas compitieron por la supremacía
de lo que hoy es el norte de Iraq.
Dibujo por Eugène Flandin |
El templo
perdido de la ciudad de Musasir, fue dedicado al dios Haldi, el dios supremo
del reino de Urartu. Su templo era tan importante que se dice que después de
que los asirios saquearon el templo en 714 a. C., el rey de Urartu, Rusa I, se arrancó
la corona para luego suicidarse.
Los restos fueron encontrados de forma accidental por habitantes de la zona y fueron evaluados por la arqueóloga Dlshad Marf Zamua, de la Universidad de Leiden, Holanda,
quien inspecciona la zona norte de Iraq en busca de vestigios de la ciudad.
Foto cortesía de Dlshad Marf Zamua, Vía LiveScience |
La ubicación del templo de Musasir, es uno de los enigmas más codiciados de la
arqueología de la Edad de Hierro, pero con este descubrimiento Marf Zamua piensa que
puede ayudar a reducir el misterio.
Este
templo perdido por tanto tiempo, es sólo la punta del iceberg, pues durante el
trabajo arqueológico también se encontraron varias estatuas humanas de hasta
2.3 metros de altura, hechos de piedra caliza, basalto y piedra arenisca.
Foto cortesía de Dlshad Marf Zamua, Vía LiveScience |
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